miércoles, 27 de mayo de 2015

Caracoles al poleo





























Caracoles al poleo
    Estamos ante una receta muy antigua, que ya Diego Granado Maldonado en 1599 nos narra como purgarlos y cocinarlos en su "Libro del arte de cocina". Era un plato habitual en los monasterios y conventos ya que se encontraba dentro de los  alimentos  permitidos en  la abstinencia  cuaresmal. Su consumo  se hacía, principalmente fritos  con cebolla.
   En la actualidad, al menos  en Andalucía, no  existe bar que se precie, que no tenga el letrero de "Hay caracoles" o el más osado de "Hay caracoles para llevar". Cuando en casa dice uno, mañana podíamos hacer caracoles", todos al unísono dicen sí, pero te quedas solo cuando preguntas "¿quien me ayuda a lavarlos?",entonces todos  huyen como alma que lleva el diablo.

Ingredientes: (en este caso hice 5 kilos, total ya puestos..)
2 kilos de caracoles o la cantidad que deseemos, (recordad que se pueden congelar con un poco  de caldo y tenerlos  siempre disponibles)
1 tomates.
1 cebollas blanca (si no queremos el caldo un pelín oscuro).
1 pimiento.
1 cabeza de ajo.
1 bolsa de especias para caracoles en grano, (60g), si no las tenemos ya preparadas, bastará con echar 25 g de cilantro en grano, una cucharadita de cominos en grano, una de pimienta negra en grano, 3 guindillas y un poco de jengibre rallado.

Elaboración:
  1. Poner los caracoles en una olla grande, espolvorear harina por encima, remover y volver a añadir un poco más. tapar dejando el mínimo abierto para que  respiren esa noche.
  2. Después de toda la  noche purgándose al comer el harina, lo vertemos en el lavadero y lavamos con agua abundante.
  3. Ahora en el mismo lavadero añadimos dos puñados de sal gorda, regamos un poco  con agua y comenzamos a moverlos, comenzaran a echar la baba, lavamos otro poco y seguimos así hasta ver que sale ya sin baba.
  4. Vamos cogiendo puñado a puñado, lavándolos bajo el  grifo y echándolos en la olla.
  5. Cubrimos con agua 3 dedos por encima y ponemos al fuego más bajo que podamos. Se trata de engañar a los  caracoles haciéndoles creer que están bajo el calor del sol.
  6. Con ese fuego lento dejaremos hasta ver que están ya muertos, ahora comenzamos con el cocinado.
  7. Llevamos a ebullición y echamos el tomate, pimiento y cebolla, y un puñado de sal.
  8. En un mortero machacamos las especias junto con  las guindillas y un diente de ajo, disponemos en un trozo cuadrado de trapo, amarramos y metemos en la olla.
  9. Dejamos unos 15 minutos, retirando la espuma que veamos, cuando  veamos el caldo oscuro probaremos y rectificamos de sal  si  fuese necesario.
  10. Servimos en cuencos individuales con un plato debajo para echar las cáscaras.

Maridaje:
    Este es un maridaje único e inequívoco, la  cerveza muy fría es su pareja ideal, los caracoles nacieron para terminar acompañados de una Cruzcampo o  Estrella de Galicia,
   Ocasionalmente un tinto  de verano o  un verdejo bien frío puede servir, pero lo dicho, la cerveza y los caracoles son como Fred Astaire y Ginger Rogers, el Gordo y el Flaco, Romina y Albano, en fin que no puede estar el uno sin el otro.

Dificultad: Laborioso más que difícil,5/5
Tiempo: 1 hora y 1/2, sin contar la noche metidos en  harina.
Costo: 2 ó 3 euros el kilo de caracoles, 

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